miércoles, 25 de junio de 2014

Campeonato de España de Media Distancia - Buitrago de Lozoya

Os cuento un poco como fue la prueba que se celebró el pasado sábado 14 de Junio. La prueba era un media distancia que se hacía en Buitrago y para los que no la conoceis es una prueba que se caracteriza por su dureza. Con una bici que aunque no llega a los 80kms se hace dura, con continuas subidas y bajadas. Además se juntó con tramos de viento en contra que lo complica aún un poco más. Y con una carrera a pie que transita gran parte por camino de tierra, sin un llano y con algún tramo de escaleras. A todo esto, le sumas el calor que hizo pues se convirtió en una prueba durísima.

Instantes previos a
comenzar a nadar
La semana previa  me la tome muy tranquila y apenas hice nada, creo recordar que solo fui a nadar el Lunes y el miércoles, el resto de los días nada de nada. Mi intención era llegar los más fresco posible y que no me pasara como en Elche donde llegue con la sensación de estar muy cansado.  Los momentos previos a la carrera me sentía motivado, con ganas y con fuerzas para afrontar la competición.

La natación se hizo con neopreno y creo que no se dio muy mal. Lo complete en 34 minutos. Mi objetivo era nadar de forma un poco más tranquila y no salir del agua con el corazón en un puño, para que los primeros kilómetros en la bici fueran más tranquilos. Creo que lo conseguí, pero justo en la última boya, pocos metros antes de la salida un giro un poco raro  hace que se me suba el gemelo. Es el comienzo de mis problemas musculares.  No se bien cual es el motivo de que se me carguen tanto los gemelos nadando en competición, creo que podría ser por el neopreno ya que esa distancia (1800m) estoy más que acostumbrarlo a nadarla cualquier día en la piscina entrenando. Este mismo problema también lo tuve en Elche.

Transición nadar/bici

La transición la hice tranquilamente, era muy larga y con un tramo en cuesta importante. Los primeros kilómetros  en bici no fueron muy mal pero en seguida te das cuenta que no vas bien. Parece como que no tengo fuerza en las piernas y no avanzo. A pesar de esto intento tomármelo con cabeza, no quemarme y llevar el mejor ritmo que puedo. Todo el mundo va mucho más rápido que yo y me adelantan uno tras otro.  Hace muchísimo calor y bebo todo lo que puedo para no deshidratarme.  En varias ocasiones siento como se me carga el basto interno de la pierna derecha, incluso se me contractura en alguna ocasión. Lo mismo pasa con los gemelos.

























Al bajarme de la bici, más calambres en las piernas, llego como puedo a mi box. Intento respirar, estirar un poco para ver si puedo empezar a correr. Son casi las cuatro de la tarde  hace un calor horroroso. Comienzo con pasitos cortos y muy despacito con la esperanza de que se pasen los calambres pero nada, en el km1 (donde estaba el primer avituallamiento) paro para beber y se me acalambran ambas piernas. Durante más de tres minutos no me puedo mover, intento masajearme para relajar los cuádriceps pero en un primer lugar  sin éxito. En este punto sinceramente pensaba que la carrera había acabado para mí. Al final respondieron un poco las piernas y pude comenzar a correr. Y digo correr por decir algo porque era un poco de correr despacito mezclado con andar un poco. En fin, al final me sale la media maratón en dos horas y veinte minutos. Sin palabras. 


Desde luego acabé por coraje pero ni mucho menos como me había imaginado antes de empezar.