martes, 29 de abril de 2014

Triatlón de Elche - Arenales 113

Y no pude finalizar el  primer reto de la temporada. Han pasado ya unos días y la decepción por lo ocurrido el pasado fin de semana en Elche permanece y me parece que se quedará  conmigo por algún tiempo.  Cuesta asumir que todos los entrenos,  el tiempo dedicado y los sacrificios personales hechos para la preparación de esta prueba no dieran los resultados esperados.  Nunca sabré si el estado de forma con el que llegue era el óptimo pero problemas con el estómago me hicieron pasar un sector en bici terrorífico, sufriendo cada kilómetro, tanto que no me quedaban fuerzas ni ganas de hacer la carrea a pie.
Recogida de dorsales

Esta primera aventura triatletica de la temporada la compartía con mis compañeros de equipo y amigos Juan Perucha y Javier Torres. Establecimos nuestro campamento base en la casa que tengo en la Dehesa de Campoamor que está situada a unos 50 kms (unos 45 mins) de la localidad de  Los Arenales del sol  que es donde se celebraba la prueba.


Dejando la bici el día antes

El sábado empezó muy tempranito y a las 4:45 de la mañana ya estaba sonando el despertador. Debido a que nuestro compañero Juan le fue imposible llegar antes, a pesar de coger todos los peajes posibles, apenas dormimos cuatro horas y yo personalmente un poco regulin ya que los nervios hacían de las suyas. Desayunamos más bien poquito, cargamos las cosas en el coche y nos dirigimos, aun sin salir el sol, hacia Los Arenales. A pesar del madrugón tampoco es que llegáramos muy sobrados de tiempo, pero si con el suficiente para preparar las cosas en boxes y meternos en el agua para calentar, y además confirmar que estaba un poco fresquita pero se aguantaba bien con el neopreno.


Juan - Javi - Nacho - Manu

Linea de salida
Y por fin llega el momento de mi salida, entro en cámara de llamadas y me posiciono en la primera fila con la intención de salir lo mejor colocado posible y así evitar las típicas montoneras de los primeros metros. Los pocos minutos que nos hacen esperar antes de dar la salida se hacen eternos pero tengo la suerte de ver a Bárbara a muy pocos metros y de repente todos los nervios desaparecen y me invade una sensación de optimismo que me hace sentir calma y seguridad de que todo va ir bien. 

Unos minutos pasadas las 8:30 de la mañana dan la salida y todos al agua. Los primeros metros fueron bastante bien, las sensaciones eran buenas,  empecé fuerte y aprovechando que el primer tramo teníamos la corriente a favor, de esta manera me pude buscar una zona tranquila y nadar mejor. Solo un poco de aglomeración en la primera boya pero el resto fueron bastante tranquilas. La tranquilidad en la natación acaba cuando giramos a la derecha y empezamos a nadar paralelo a la costa y notas como la corriente te empuja alejándote de la playa. A eso le añades que el viento genera unas pequeñas olas que te golpean en la cara cuando quieres respirar y tragas mucha agua. Al afrontar el último tramo hacia la playa te das cuenta que vas contra corriente y avanzar cuesta mucho más, las olas pequeñas siguen haciendo de las suyas pero a lo lejos se ve el arco de salida. Me centro tanto en seguir dirección al arco de salida que me olvido de una boya que hay entre medias y tengo que rectificar mi recorrido. No sabría valorar el tiempo perdido en este despiste pero sí que hice algún metro de más.

T1
Y por fin llegamos a la playa, en cuento me incorporo me doy cuenta que la cosa no va bien con un fuerte dolor de estómago. Ando unos metros por la playa y la molestia parece que desaparece lo que me permite correr a por la bici. Los primeros metros en la bici son hacía arriba pero la cosa va bien, voy adelantando a gente y espero que llegue la primera bajadita para bajar un poco las pulsaciones, beber algo y centrarme en lo que tocaba. Pero cuando solo llevo 4 o 5 kilómetros me vuelve el dolor en el estómago, que hace que toda la zona del abdomen se me ponga dura. Intento beber algo pero mi cuerpo no le cae bien y vomito un poco. Aquí es cuando me doy cuenta que el sector de bici se va a hacer muy duro, bajo un poco el ritmo con la esperanza de recuperarme pero al rato mi cuerpo vuelve a echar todo lo que le metía. Así que con resignación veo que las piernas no funcionan, que me va pasando todo el mundo y no puedo reaccionar para seguir el ritmo de ninguno. Me agarro a la posibilidad de que todo ese mal cuerpo que tengo sea algo pasajero y que en cualquier momento las sensaciones mejoren. En varias ocasiones intento comer y beber pero no me entra nada. Y mientras tanto no dejan de pasarme, un triatleta tras otro, y todos me parecen que van a un ritmo inalcanzable para mí. Pasado las tres cuartas partes del sector ciclista y viendo que el estómago no mejora, que las piernas no responden y siendo ya de los últimos en carrera tomo la decisión de dejarlo en cuanto llegue a la transición. La sensación es muy frustrante, es la primera vez que decido retirarme de una prueba y mi cabeza en varias ocasiones me decía que lo intentara pero era imposible. Así que dejé la bici, le dije a un juez que me retiraba y salí a buscar a Bárbara y a Álvaro, que me recibió con un abrazo y la sensación de tranquilidad y calma que tuve instantes antes de la salida volvió.
Últimos metros en la bici

Es muy difícil explicar lo que sientes en un momento como ese, piensas que todos los esfuerzos, de todo tipo, hechos durante tantos meses no merecen tan injusta recompensa y te planteas hasta que punto merece la pena. Ahora estamos en esos días de reflexión y de análisis intentando aprender de los errores cometidos para intentar ser un poco mejor en las próximas pruebas. Que fallo en Elche?? Pues no lo se, yo lo achaco al agua que me bebí en la natación, pero no estoy seguro. Ahora toca levantarse y preparar las próximas pruebas con más ganas sin cabe.

No quiero terminar este post sin comentar dos cosas, una….. mandarle un abrazo muy fuerte a amigo Javier Torres, que tampoco pudo acabar y se quedó sin fuerzas por el kilómetro 12 de la carrera a pie. Otro que se quedó muy chafado. Se lo ha currando de lo lindo y que no le ha salido bien. Pero estoy convencido que en la próxima se sale porque su mejora es evidente. Y la otra cosa que quiero comentar es la mejor noticia del fin de semana, y es que Juan pudo acabar la prueba pero no solo por acabarla sino por acabarla sin molestias en ese pie que le trae de cabeza desde la operación. Me alegra mucho verle recuperado.
Javi saliendo del agua
Primeros metros de Juan en la bici






En fin, esta es un poco la crónica de este fin de semana. A pesar de todo un buen fin de semana, donde te das cuenta que estas aventuras saben mucho mejor si las compartes ya sea con familia o con amigos, en este tuvimos de los dos. Espero que el espíritu “Road to Elche” se vuelva a repetir.

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