miércoles, 16 de abril de 2014

Un Domingo cualquiera - Pedrezuela Trail Trangoworld 2014 + Entreno de bici


Después de toda una semana dándole vueltas a la cabeza, pensando una excusa medio decente para no ir a correr esta carrera, no la encontré. Ya imaginaba que se iba hacer dura, pero es que fue muy dura, demasiado dura….

La “Pedrezuela Trail Trangoworld 2014” es una carrera de montaña con salida y meta en el pueblo Pedrezuela y que gran parte de su recorrido discurre por el cañón del Río Guadalix, subiendo un montón de cerros y transitando por dehesas muy chulas.

La distancia a recorrer es de unos 20kms y acumula un desnivel positivo de 1200m, pasando por todo tipo de terrenos (senderos, caminos, tramos de piedras, cruce de rio, etc…). El perfil de la prueba, como podéis ver, es un continuo tobogán, con constantes subidas y bajadas, alguna de ellas con pendientes importantes que podían alcanzar en sus puntos de mayor dificultad porcentajes del 30% o 35%.



Pues nada, un domingo más que toca madrugar, calzarme las zapatillas y mientras todos duermen recuperándose de toda la semana de trabajo, yo cojo el coche para dirigirme a Pedrezuela. Las ganas de afrontar esta prueba van creciendo de forma inversamente proporcional a según se acerca la hora de la salida pero siempre con un punto de temor ante los que nos espera.

Salida
A las 9:30, salida puntual y ya desde el principio se ve lo que nos espera una buena  rampa de unos 400m, que si bien no era ni de lejos la más dura del día, ya te ponía el corazón a buen ritmo de pulsaciones. Los primeros kilómetros corríamos por los senderos en fila de a uno, por el cañón del río Guadalix (por cierto que sitio más chulo) pasamos a buen ritmo hasta que llegamos a la primera pared, donde ya correr era imposible y había que subir andando. A partir de esa primera rampa ya todo fue un no parar con continuas subidas y bajadas sin descanso. Cuando subes un cerro, aunque sea andando a buen ritmo, el corazón se te pone a mil, no sé a cuántas pulsaciones podrá ponerse pero es una sensación muy distinta a cuando corres por asfalto, en el que puedes llevar un ritmo más o menos constante. La respiración es muy intensa y te obliga a exprimirte las piernas al máximo. Y cuando llegas al final de ese cerro, del que no veías el final, y piensas “ahora seguro que es cuesta abajo y puedo coger un poco de aire”, ni mucho menos ya que bajar por esas pendientes también requiere un buen esfuerzo para no acabar con el culo en el suelo en más de una ocasión.

Primeros kilometros
Hasta los kilómetros 12 ó 13 fui más o menos bien, a partir de aquí la carrera cambia y durante muchos ratos corres solo y se me hace muy larga, la verdad es que cada kilómetro hasta llegar a meta fue un poco calvario. Incluso en algún momento tuve que caminar ya que las piernas empezaban a resentirse con amagos de montarse los gemelos y molestias en el abductor. 



Y os estaréis preguntando cuánto duró la carrera, pues bien al final me fui a  2:30:11 segundos. Como sabéis en media maratón (21kms) tengo como mejor marca 1:27:25, por lo que os podéis imaginar la dureza del recorrido. El puesto fue el 174 de unos 500 inscritos.

Sufriendo de lo lindo
Al final llegué a meta agotado pero muy contento, primero por acabar sin ninguna avería muscular y luego porque carreras así seguro que me vienen muy bien para el media distancia de Elche.

Bueno, a esta altura del blog es donde mi madre tiene que dejar de leer el post porque seguro que me cae bronca. Así que mama deja de leer…….. YA

Y por qué lo digo? Porque como no había tenido suficiente por la mañana,  pues por la tarde un poquito más: tocó salidita en bici con mis compañeros de fatigas Juan y Javi. Mira que durante la carrera pensé en muchas ocasiones que ni de coña iba a salir con la bici pero al final pensé que podría ser un buenísimo entreno y más pensando que el próximo fin de semana no podría hacer nada de bici. Así que me duché, me cambié de ropa, comí bien, cargué bien los bolsillos de provisiones y salimos con la bici aprovechando una tarde de sol espléndida y que por fin no había vientos huracanados como en las últimas semanas. Nos dimos un buen paseito de 105 kms algo accidentado por la veces que pinchamos, algo que no me vino demasiado mal por lo cansado que estaba.

Resultado de este domingo loco, que tengo las piernas tiesas como dos palos pero muy contento por haberlo podido hacer. Seguro que este entreno lo agradezco en competición.

Ahhh, que no se me olvide acabar este post mandando un saludo a Manuel, que conocí en el campus de Lanzarote y responsable en gran medida de apuntarme a este trail. Un abrazo muy fuerte

Aquí os dejo un testimonio de lo vivido, espero que os guste y os arranque alguna sonrisa. Ha quedado largo, pero más se me hizo a mí ese domingo.






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