viernes, 15 de julio de 2016

IRONMAN Frankfurt 2016


Un año de preparación solo con una idea en la cabeza, un año de entrenamientos para un día concreto, un año donde hemos nadado 288 kms , hemos hecho 5.842 kms en bici y corrido 2.026 kms, lo que viene a ser 477 horas de entreno, es decir mas de 20 días enteros. Un año para llegar a Frankfurt.

Así es, un año ha pasado desde el momento en el que me inscribo al IM de Frankfurt hasta hace unos días que disputo la prueba. Ha sido un año muy intenso, con cosas maravillosas, con cambios importantes en el trabajo, cambios en mi vida que la han puesto del revés, un año con éxitos deportivos y grandes fracasos, pero sobre todo un año con unos meses finales muy duros que dejaban muy en el aire el resultado final del IM.

La primera parte de este periodo de preparación se centró en la maratón de Valencia donde salió todo a la perfección, muy difícil que se vuelva a dar una carrera así, pero lo intentaremos. Pocos días después nace mi segundo hijo, lo que coincide con un cambio de proyecto en el trabajo que implica pasar a trabajar de noche. Aceptar pasar a trabajar de noche, con la idea de poder estar más tiempo en casa durante la baja de Bárbara, ha resultado un error mayúsculo que lo he pagado. Lo he pagado descansando muy mal todos estos meses, durmiendo a ratos. Lo que me hacía estar muy mal humor y llegar a los entrenos destrozado. La llegada de Jaime a nuestras vidas ha sido un terremoto y nos ha costado adaptarnos. Especialmente a mi, que durante los primeros meses estaba completamente descolocado. Y para ser sinceros no fue fácil.
Con todos estos factores, el resultado desastroso de la maratón de Boston es entendible. Fue una gran decepción, posiblemente la mayor que me he llevado en mi vida deportiva. Había puesto mucho en esta carrera: tiempo, ilusión y mucho dinero pero todo salió mal. Me volví de Boston con la sensación de que algo tenía que cambiar, sino en Frankfurt el resultado podría ser parecido. Pero no cambio nada, lo único que pude hacer, una vez recuperado anímicamente del palo de  Boston, fue entrenar si cabe con más ganas e ilusión con el nuevo objetivo. En el fondo con un sensación de jugármela a una carta y que si volvía a salir mal tenía que replantearme todo. En estas circunstancias he preparado este IM, posiblemente en los meses más duros de mi vida, saliendo a entrenar casi siempre muy cansado, durmiendo muy poco y mal, muchas veces con muy pocas ganas. Seguramente no es nada nuevo para los que preparan pruebas de larga, tienen dos hijos y un trabajo en horario infernal. Pero para mí ha supuesto un doble reto prepararlo y que en muchas ocasiones todos estos problemas fueron un aliciente para sobreponerme y sacar los entrenamientos.


Y en estas circunstancias me presentaba en Frankfurt , con muchas dudas, cierto es que los triatlones que hicimos como preparación salieron todos muy bien pero nunca las tienes todas contigo. Con toda la preparación hecha tal cual, sin salirme ni una coma.

El eslogan del IM de Franfurt dice que nadie organiza Trialones como los alemanes, pues debe ser verdad porque la prueba es de diez. A cualquiera que ame este deporte debería venir a una prueba de este tipo, es cierto es muy caro, pero sinceramente merece la pena. Aunque el trasporte de la bici a la T1 es mejorable......




El día de la prueba antes de las tres de la mañana ya estábamos despierto. No por nervios y si por  las ganas de que empezara la fiesta. Llegue con mucho tiempo a la salida, la idea era hacerlo todo tranquilamente y sin agobios, y sobre todo saboreando cada segundo de estar viviendo ese momento. Todo pasa muy rápido y sin apenas darte cuenta estas en él cajón de salida. Lo tengo claro y me meto en el cajón de menos de una hora. Allí me encuentro con mis amigos de aventura Nico y Mariano. Ambos muy concentrados y cada uno con sus cosas en la cabeza.





 Y comienza la prueba, todo parece ir muy bien pero al poco tiempo, coincidiendo con la finalización del primer tramo de natación, al ponerme de pie noto un tirón en cuadriceps de la pierna derecha por delante. Camino los 20 metros que hay que hacer por la orilla antes de comenzar el segundo tramo como puedo. Al volver a tirarme al agua de repente la pierna como un palo. No me lo podía creer, no podía moverme. Me dolía tanto que era imposible nadar y solo llevaba 23 min de prueba. Estoy tan fastidiado que veo que no puedo seguir y me tengo que volver a la orilla. Durante un rato me quedo boca arriba, colocándome el neopreno en la zona afectada, notaba como que me presionaba mucho y quizá de aquí el problema. Una vez en su sitio el neopreno decido seguir, no estaba dispuesto a tener que salirme. Durante unos 5 min estoy nadando sin poder usar la pierna derecha.  Poco a poco, la molestia va desapareciendo y puedo volver a nadar a buen ritmo, incluso acabar rápido. La molestia no se ha ido y de hecho me acompañara durante toda la prueba amagando con reproducirse, pero no me va impedir competir en condiciones pero es como un fantasma que no se irá. Al final la natación la pude hacer en menos de una hora.


La bici se dio muy bien. Un recorrido a dos vueltas por un terreno donde se podía rodar y dar vida a la bicicleta, pero a la vez con algunos repechos que te exigían y sin olvidarse del viento que nos acompañó durante toda prueba. Diferenciando una primera vuelta muy rápida, como a unos 36km\h de media y con unas sensaciones buenísimas, disfrutando de lo que estaba haciendo. Me sentía fuerte. Luego la segunda vuelta ya me la tomé con más "calma", guardando algo de fuerzas para la maratón. En esta vuelta los repechos se hicieron más duros y el viento parecía más fuerte, seguramente el cansancio tenía algo que ver. Al final una media de 34km/h, creo que esta bastante bien. 


Cuando te bajas de la bici después de más de cinco horas siempre es una incógnita como se encontrara tu cuerpo y cómo reaccionará a otras tres horas largas de carrera. Pues en esta ocasión las sensaciones fueron muy positivas y me encontré muy bien. Nunca tuve la sensación de estar vacío o excesivamente cansado. Durante toda la maratón intenté correr con mucha cabeza, con la idea de mantener un ritmo constante hasta el final. Y creo que lo conseguí. Nada más empezar a correr el objetivo era buscar al equipo animador, estaba preocupado porque estaba lloviendo y no sabía nada de ellos en todo el día. Desconocía cómo se habría podido organizar Bárbara con los dos peques ella sola. Sin rastro del equipo animador en la primera vuelta. Ésta sin duda fue sin duda la mejor vuelta, corriendo a 4:30 y sin mucho problema.


En la segunda ya pude ver a mi equipo animador, los pobres estaban debajo de un puente resguardándose de la lluvia, qué alegría!, qué tranquilidad verles bien y qué subidón!. También les pude ver en la tercera. Son de esas cosas que te dan un chute de energía y de ánimos para continuar. Un par de palabras y unos besos son más que suficientes.


La segunda vuelta también iba muy bien pero al final de la misma tuve que hacer paradita al baño. Eso te hace perder unos cuantos minutos que te destroza la media, pero eso era lo de menos porque me encontraba con fuerza y muy motivado. En la tercera tuve que hacer otra parada técnica, pero la cosa seguía marchando. Y en la última vuelta lo que apareció fue él hambre, me hubiera comido un avituallamiento entero sin dudarlo. Hice alguna parada para alimentarme y beber bien. Pero pude correr todo el rato.


Y de aquí a la meta. Te acercas mirando de un lado a otro, buscando al resto del equipo, pero no das con ellos. Mucho ruido, mucha gente, muchas emociones que hacen que nos los encuentres. No sabes si están, si han podido llegar a la meta y te quedas con las ganas de darles un beso y darles las gracias por su apoyo. Enfilas los últimos metros y solo sientes alegría. Todas las horas de entrenamiento, de sacrificios y de las 10 horas de prueba, se compensan con el último minuto de carrera. Es imposible explicar lo que se siente. Te das cuenta que ha merecido la pena. Felicidad máxima. Pero es un momento que pasa tan rápido y da pena no poder revivirlo una y otra vez. Daría lo que fuera por guardarlo en una cajita. Pero bueno, quizá sea eso lo que lo hace tan especial. Cuando me preguntaban por el objetivo de este IM lo tenía claro, uno acabarlo y dos acabarlo corriendo, y ambas cosas las conseguí.



Al final 10h 12min 10seg, con la sensación de haber hecho una buena carrera y haberme dejado todo, pero sobre todo con la sensación de haber corrido con mucha cabeza. Y eso me llena de satisfacción. De no ser por, el problema del agua, de haber pecado de un poco conservador en la bici, de las paradas técnicas en la carrera a pie y algunos otros detalles ..... Podría haber estado por debajo de las 10 horas y eso en un IM ya son palabras mayores.

En resumen que estoy muy contento.

Cosas que he aprendido de este IM y de su preparación.......y que tengo que aprender:

- Aprender a sufrir y disfrutar entrenando. Con algunos entrenos infinitos que parecen que nunca acaban, pero que funcionan. De hecho la maratón a 4 vueltas me preocupaba por el rollo de las vueltas, pero lo lleve muy bien.

- He aprendido a ser constante en la bici, sin quemarme por perder posiciones. La gente monta mucho y ver cómo vas perdiendo posiciones, con cuentagotas pero perdiéndolas, es frustrante pero lo lleve muy bien centrándome en mi carrera. Me falto un poco de chispa en la segunda parte de la bici, parte por conservador pero ya no subía igual de fresco y el ritmo lo noto ligeramente. Eso habrá que mejorarlo.

- Del agua estoy muy contento de cómo estoy nadando. Me permite salir mucho más fresco a la bici.

- Tengo que aprender a respirar en el agua por ambos lados, quizá así tenga menos molestias musculares.

- Tengo que mejorar mi tonificación muscular en la zona abdominal y lumbar, es la zona más cansada que me note tras finalizar la prueba. Creo que es importante para ir tanto tiempo aclocado.

- Me falta un poco de fuerza en las subidas en la bici

- He aprendido lo bien que me vino casi no hacer nada en la última semana y llegar descansado. Solo dos sesiones de agua muy tranquila.

- He aprendido a disfrutar del camino que me ha llevado a Frankfurt, ha sido muy duro y con momentos muy complicados, pero he disfrutado de todos los entrenamientos. Como me dijo Mariano al retirarse el otro día, esto es una forma de vida a y va más allá sólo del día de la prueba, el día D es un día especial pero nada más. Y creo que lleva mucha razón. La gente que preparamos larga, creo que somos algo distintos.

- He aprendido a frenar mis ansias de siempre querer hacer más de lo que me correspondía, muchas veces tenía la sensación de hacer poco entreno para un IM, pero aquí el resultado.
He aprendido a mis casi 40 años que este es el deporte que me llena y que me ha enamorado. Y que quiero seguir haciendo, y aunque mis circunstancias sean muy complicadas no quiero dejar de hacerlo.

Por todas estas cosas y muchas más quiero seguir haciendo este deporte. Disfrutando y mejorando como hasta ahora. Lo hemos estado hablando Bárbara y yo mucho en casa, si seguir por este camino o bajar un poco las expectativas de la distancia, pero esto es lo que me gusta y quiero seguir haciéndolo. Y con el apoyo de Bárbara será un poco más fácil.


No se me puede pasar dar las gracias a todas aquellas personas que me han apoyado en todo este año (familia, amigos y compañeros del equipo). A mi equipo el CTOA, que me ha metido este gusanillo en el cuerpo y que siguieron con gran interés mi participación en el IM. Mención especial a los "Tri-Tullidos" que consiguieron emocionarme con sus mensajes y seguimiento, o sabéis como os lo agradezco chicos.
Y especialmente a Daniel Rodríguez (Personal Running), mi entrenador que ha hecho un trabajo excepcional que me ha preparado para llegar en las mejores condiciones y que cuento con el para seguir con esta locura.

El año que viene habrá otro Ironman por las mismas fechas. Y creo que podemos hacerlo mejor. Es más, quiero hacerlo mejor.

Nacho

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